domingo, 26 de agosto de 2012

Amanece y no dormi




Amanece y no dormí,
tu sonrisa me ilumina más que cualquier sol,
nunca estuve más despierta.




Quiero acompañar tus tiempos; ya no importa despertarme cien veces una misma noche.
Tengo toda la vida para dormir; ahora es tu momento.  Ahora quiero abrazarte, cantarte, observarte mientras descansas y compartir mi cama, ahora nuestra, con tu calorcito.
Amo darte la teta y disfrutar con vos del placer que te da, me maravilla como creces con este néctar.
Quiero sostener tus procesos y acoplarme a tus necesidades, sin más prejuicios, sin más quejas, sin más consejos, sin más mitos; que el instinto comande entre vos y yo. 
Dejar fluir.
Si; de repente las cosas se han revertido cuando elegí soltar la queja y abrazar la bendición de tu presencia, eso me renovó la energía y el corazón.
En estos cinco meses cambiaste tanto, transitamos tantas etapas juntos, desafíos y momentos difíciles. Estas tan grande, tan precioso, cómplice, alegre y compañero. Ahora valoro criarte más que nunca, porque es la manera de verte crecer minuto a minuto, de maravillarme con cada cambio, con cada nueva mueca, logro, experiencia. Nunca más vas a volver a tener esta edad, una sola vez en la vida voy a vivir tu primera infancia y estoy TAN feliz de poder aprovecharla de esta manera tan intima, tan nuestra, tan especial. Es ver la realidad desde otro lado, darme cuenta que el sacrificio fue enorme y que si bien sentí que la oscuridad me tragaba más de una vez, hoy estoy entera y de pie mirando hacia el frente con vos acurrucado entre mis brazos, lleno de carcajadas y olor a rosas.
Somos un equipo hermoso, pequeño guerrero.
Tengo toda la vida para pintar, para trabajar, para salir, para seguir con “mi vida” y ahora mi vida sos vos y elijo no vivirlo más como una traba sino al contrario como una expansión de mi ser, ahora además de todo lo que fui y soy, soy mamá.
Basta de quejas. Basta de lamentos. Basta de consecuencias. Basta de problemas. Basta de caer en el lugar de victima. Basta de creer que todo es injusto y de sentir que “siempre” salgo perdiendo ¿Cómo se puede perder teniendo por hijo un ser como vos? Que tonta fui, envidiando la libertad ajena, esa responsabilidad tan lábil y obligada. Ahora entiendo que no quiero eso y que jamás lo hubiera preferido (aunque en momentos desesperantes creí necesitarlo).
Quiero disfrutarte a cada instante, aunque el agotamiento me supere, aunque dedique 25 hrs diarias a tu cuidado, a tu crianza, a tu bienestar, lo elijo una y otra vez porque el momento es mágico y es único.  Adoro tu compañía y que cada día sea una aventura diferente.

Es inexplicable lo que disfruto a tu lado, haciéndote cosquillas y riéndome con vos con todo el cuerpo. Viendo como te asombras por cada cosa nueva y sos tan feliz con pequeñeces.
No te imaginas cuanto me enseñas y como aprendo de vos. Y tu inocencia.
Gracias Nehuén, dulce, sabio, por haberme elegido, por hacerme mamá.
Gracias por ayudarme a crecer, porque vos también me acompañas a mí en este proceso de crecimiento, cada pequeño logro tuyo hace que yo también supere un desafío más.

Te amo, desde los pies hasta el Alma, hijo.

Nady
Mayo 2012


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