domingo, 26 de agosto de 2012

Biencriar



Como madre me compete  escribir sobre un tema tan fundamental, y controvertido  como es la crianza de nuestros hijos, más puntualmente sobre ese ridículo supuesto que lamentablemente aún persiste en nuestra sociedad actual;  estoy hablando de la famosa palabra que tanto les gusta usar a muchos para calificarnos: “malcriar”. Si, quisiera rescatar que al menos los pediatras convencionales hace ya unos cuantos años están destituyendo el supuesto de que tenerlo a upa, por ejemplo, no es malcriarlos. Suele pasar que la masa parece confiar más en la medicina que en el propio instinto, con lo cual este giro es positivo desde ese punto de vista. Por que “si lo dice el dotor” palabra santa; no sea cosa que uno tenga que hacerse responsable por criar, haciéndose cargo de cometer errores y de aceptar que uno es humano y es necesario equivocarse ¡Por que es la única manera de aprender!
Retomando la temática que me pertenece, hablare en base a mi experiencia y la de muchas mamas con las que comparto estos temas en el grupo de crianza, en mi trabajo con familias y entre mi circulo social.
En principio, la mayoría hemos padecido el ataque masivo de opiniones durante el embarazo y después, también. Nunca  faltan familiares y gente invasiva que con sus comentarios desafortunados e ignorantes, critican y opinan; aunque nadie les haya pedido nada. Parecen aprovechar el momento donde una esta más vulnerable y sensible que nunca para bombardearte de información, que en realidad desinforma, y no dejarte ni siquiera responder u opinar. Aunque una intente generar el espacio para expresarse, de forma políticamente correcta, parece que la palabra pierde peso y se diluye en medio del bullicio ajeno. La sensación de invasión es tan agotadora y frustrante que a veces encerrarse en un cuarto, largarse a llorar o responder de mala gana, son las únicas maneras de que respeten un poco la privacidad y los momentos tan íntimos como son los primeros contactos físicos entre una madre y su pequeño bebé.
En mi caso personal desde que mi hijo nació, parece ser que todos se han convertido en eximios pediatras, psicólogos, puericultores y especialistas en crianza. Dan órdenes de cómo criar, como amamantar, como tiene que dormir, respirar y vivir. Ponelo así, dejalo allá, dale cada tres horas, que no se malacostumbre, etc. Parece que no se cansan, que no conocen el significado de la palabra “respeto” como tampoco el de  “libertad”.  Si cada uno tuvo su propia oportunidad de criar ¿Por qué no respetar el derecho de cada mamá o familia a elegir? Una cosa es el consejo sano o la opinión respetuosa, y otra cosa es la invasión constante,  la critica innecesaria y la necesidad de marcar todas y cada una de las consecuencias que traerá cada actitud que una toma con su bebé lo cual puede generar miedo o culpa en una mamá sobre todo primeriza, en cambio de generar algo positivo y sano como es el acompañar la crianza respetando las elecciones de cada sujeto en particular.  
Es un malcriado” repiten varios cuando me observan con mi hijo a upa, mientras le canto o le doy besos o si llora cuando lo paso a otros brazos. Hace unos días le pregunte a una de esas personas, mirándola seriamente a los ojos ¿Darle Amor es malcriarlo? Malcriado es el que no tuvo Amor.
Ni siquiera respondió. Sera que lamentablemente muchas de esas personas no han tenido suficiente amor y compañía en su primera infancia y creen que tratar con desapego y frialdad a un niño, poniendo limites desde que nace es criarlo “como se debe” o como los han criado a ellos ¿Existe realmente un “como se debe” cuando hablamos de crianza? Personalmente considero que no hay una manera ni una forma correcta, sino que cada familia encuentra su equilibrio,  cultiva su jardín y es artífice de su propio camino ¿Tanto cuesta respetar lo que es diferente?   
Por eso me cuesta profundamente entender como puede ser que tantas generaciones de mujeres hayan criado de acuerdo a lo que les decía el pediatra, la vecina, un libro sin fundamentos o la misma televisión.  No puedo evitar preguntarme ¿Dónde habrá quedado en esas mujeres el instinto materno, la intuición femenina, la loba interior? No puedo comprender como los mandatos y la ignorancia podían ser más fuertes que la corazonada interior que permanece a flor de piel cuando las mujeres nos convertimos en madres, cuando parimos nuestros cachorros, cuando tomamos conciencia de que somos hembras, mamíferas y que nuestra cría es lo más sagrado del Universo ¿Cómo puede suceder que eso quede tan solapado y enterrado en las profundidades de una misma?
Cuando sorpresivamente la gente se anoticia de que mi hijo (de apenas dos meses recién) no duermen aún en la cuna sino en la cama conmigo o que prácticamente no usa el cochesito y lo ven dormir en brazos, acotan cosas como “es un caprichoso”, “ya te tomo el tiempo” o esa frase que me parece terrible “no te lo vas a poder sacar más de encima”. Yo les preguntaría honestamente ¿Usted quiere sacarse a su hijo de encima? ¡¡Por que yo no, señora!!
Y nuevamente la famosa frasecita juzgadora emerge: es un malcriado. Yo le preguntaría a cada una de esas personas: Señor, señora si usted podría elegir entre dormir acunado, sobre los tibios brazos de alguien de confianza, que le brinda seguridad, le canta, lo mece y lo acaricia y habla con mucho amor y dormir solo, en una habitación fría, mirando el techo vacio, en silencio ¿Qué elegiría? Cuanto cambiaria todo si lograsen ponerse un segundo en la piel de un bebé que recién llega a este mundo después de haber pasado nueve meses en el vientre materno. Además, nadie pide lo que no necesita, mucho menos un bebé indefenso e inocente, que no puede ser caprichoso o tomarte el tiempo de nada ¡Ni siquiera sabe lo que es el tiempo! Apenas intenta adaptarse al universo, al día a día, a la vida humana. Algunos bebes son más sensibles que otros, como sucede también con los adultos y cada diada tiene sus tiempos y ritmos ¿Por qué no respetarlos? En todo caso, es mi elección como criarlo porque se trata de MI hijo y SU futuro ¿No? Déjenme hacerme cargo a mi.
Por eso me genera una mezcla de tristeza e indignación sentir la carencia de tacto, de sentido común, la falta de respeto e insensibilidad con la que muchas veces se trata a los niños, que son seres humanos en formación, en pleno desarrollo. Personas pequeñas que necesitan seguridad, confianza y sobre todo AMOR.
Pienso que “malcriar” es dejar a un niño llorar solo por horas hasta que se resigne pensando que de esa manera “aprende”. Si, claro que aprende,  a que el mundo es un lugar inseguro, hostil y que aunque llore mi mamá no va a acudir a abrazarme y satisfacer lo que necesito.  Malcriar es no darle la atención suficiente, es no respetar sus necesidades, no escucharlas ni atenderlas porque se lo trata como un adulto que “tiene que entender, tiene que aprender, se tiene que acostumbrar” cuando apenas es un bebé de centímetros que intenta adaptarse y sobrevivir. Que triste que sean las propias madres quienes no puedan conectarse con su cachorro para poder cubrir esas necesidades, que a veces son tan simples y amorosas como una caricia que lo contenga, un arrullo suave, relajarse y tomarse el tiempo que ellos necesitan para alimentarse, nutrirlo no solo con leche materna sino con palabras, con abrazos y AMOR en sus múltiples maneras.
No señora, no señor, yo no malcrío a mi hijo porque le brindo seguridad y confianza, no lo sobrealimento porque le ofrezco mi leche a libre demanda, no lo vuelvo “maricon” por que lo duermo a upa, ni será dependiente por que duerme a mi lado, todo lo contrario ¡Contengo su fragilidad y acompaño su crecimiento y desarrollo respetando sus tiempos! Crio con apego, con mis propias certezas internas aunque deba luchar con “ese mundo” que en cambio de ser comprensivo, señala y critica. Ningún hijo nace con manual y es trabajo individual de cada mamá y papá conocer y reconocerse con su bebé
¿Podría permitirme hacerlo así como usted lo hizo a su manera?
Gracias.
Nadia P. Scollo, Mamifera, Mujer, Mamá y
Licenciada en Psicología.
Marzo 2012


2 comentarios:

  1. Muy buen articulo,realmente es tal cual lo que siento con comentarios de gente cercana y no tanto,y me pregunto?si yo no opino lo que cada mujer hace con su hijo porque tienen que decirme o comentar lo que yo estoy haciendo??y eso que somos mujeres,madres,amigas,criando a nuestras crias. Ojala haya mas articulos como este para que cada vez sean mas las mujeres que puedan criar como quieran y sientan y sobre todo libres de demostrar el amor y la ternura que sienten por esa personita indefensa que lo unico que pide y necesita es amor y contencion. Felicitaciones por tu nota!

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  2. Muchas gracias por tu comentario Mariana!
    Un abrazo y a seguir adelante con nuestras convicciones en libertad

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