domingo, 26 de agosto de 2012

Mamá


Cuenta una antigua leyenda que un niño antes de nacer le dijo a Dios: "Me dijeron que vas a enviarme a la Tierra, ¿Cómo viviré tan pequeño e indefenso que soy?"
Dios le dijo: "Entre muchos ángeles escogí uno especial para ti que te está esperando con gran alegría y entusiasmo, él te cuidará mejor que nadie"
Y el niño prosiguió: "Pero dime Dios, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír, eso basta para ser feliz".
Y Dios le contestó: "Tu ángel te cantará con dulzura, te sonreirá todos los días cuando abras los ojos, tú sentirás su incondicional amor y serás feliz".
Niño: "Y ¿cómo entender Dios cuando la gente me hable si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?"
Dios le responde: "Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar, al principio le entenderás igual con otro idioma que no es verbal, luego con mucha paciencia y amor te enseñará a hablar"
Niño: "Y ¿Qué haré, Dios cuando quiera hablar contigo?"
Dios: "Tu ángel te enseñara como comunicarte conmigo cada vez que lo necesites, tú solo debes confiar"
Niño: "He oído que en la Tierra hay algunos peligros ¿Quién me defenderá?"
Dios: "Tu ángel te defenderá aún a costa de su propia vida".
Niño: "… estaré un poco triste, porque no te veré más Dios"
Y Dios cariñosamente le respondió: "Tu ángel te hablará de mi y te enseñará el camino para que regreses a mi; aunque tú te alejes, yo siempre estaré contigo".
En ese instante una gran paz reinaba en el cielo, ya se oían voces terrestres y el niño presuroso repetía suavemente. "Dios mío, Dios mío, si me voy al menos dime su nombre ¿Cómo se llama mi ángel?".
Dios le contestó:

"Su nombre no importa, tu le dirás MAMÁ".

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